La fama no garantiza el éxito

Estos días siempre llega alguien de nuestro entorno para decirnos: ¿Sabes lo del mendigo que llaman "La voz de oro"?. Y todos sabemos de quien se trata: Ted Williams.

Todos conocemos ya su nombre. El de un sin-techo que ha estado durante 20 años, que se dice (o lee) pronto, mendigando, con problemas de alcohol y drogas que le llevaron al anonimato y desprecio frecuente en las personas con esta misma trayectoria. Y ahora, gracias a la buena fe de un videoaficionado y el poder de difusión de YouTube, ha alcanzado el reconocimiento profesional de la radio con la voz grave más redonda e impactante de EEUU. Algo que todos ya también sabemos.

Las preguntas que me hago y quiero compartir son:


1. ¿Qué hay del resto de virtudes y talentos que diariamente van pidiendo la voluntad por las calles de EEUU, al igual que en el resto del mundo?

Creo que todos coincidiremos en que es bien conocida la existencia de auténticos artistas y dones en la calle, pero que su fama depende de dos factores: la difusión de alguien capaz de ver la calidad y, el más importante, que haya alguien con poder mediático que lo valore y, por supuesto, le interese. Lo cual, como vemos día y noche en las grandes ciudades, no es nada fácil.

2. Ante este cambio de vida de la noche a la mañana, ¿es posible superar con la misma inmediatez los problemas psicológicos que arrastran, como es el caso, a vivir en la calle?

Tenemos la respuesta con nada más buscar "Ted Williams" en Google: Detenido junto a su hija por provocar un altercado en un hotel de Los Ángeles. No es posible superar los problemas de comportamiento ni adicciones a la par que se consigue el reconocimiento y la fama. Un problema que puede llevar a sentirse el mayor fracasado a la persona con más fama. Una ausencia de éxito personal que no es posible eliminar con el poder adquisitivo y el buen trato de la gente. Un pobreza de resistencia y voluntad para evitar los malos hábitos que escapan de lo material. Nuestro cerebro es así y necesita de más que halagos.
Actualmente Ted Williams está tratando sus adicciones con expertos.

3. ¿Hay algún interés mediático detrás del reconocimiento de Ted Williams?

Puede que originalmente no lo hubiera, pero ahora por el morbo, sí que lo hay. Su impactante voz, modelo ideal del espacio de noticias americano, nos ha impresionado y no es necesaria su emisión constante en televisión para que esté en boca de todos. Pero ahora, su reciente pasado que es conocido por todos hasta los detalles más miserables y su proceso de mejora personal descrito en todos los medios incluso en un programa de psicología en directo, lo que menos nos llama la atención es su voz. Sino el personaje. Una persona de la que somos testigos de su avance. Alguien que nos resulta más querido aunque no lo conozcamos. Un símil de Truman en un mundo visto desde Internet y la televisión.

Al margen de mis conclusiones, que pueden tener más o menos solidez, asunto que invito a discutir, espero que este hombre se recupere, al menos, para tener una vida sana y normal.