¿Agua embotellada o del grifo?

Llevo 9 años consumiendo agua de botella. ¿Por qué? Por evitar piedras en el riñón, gastroenteritis y el sabor del agua del grifo. ¿Son éstas razones de peso para dejar de lado el agua del grifo? No.

En los últimos 10 años la publicidad ha ido explotando cada vez más la asociación del agua mineral embotellada con la vida saludable. Una relación que se ve apoyada por las campañas contra la contaminación en general. ¿Cuántas veces al día podemos ver en televisión anuncios sobre agua que ayuda a adelgazar?. ¿Cuántas veces hemos oído noticias sobre ríos o embalses contaminados?. ¿Y cuántas veces hemos oído sobre el origen del agua embotellada o sobre la cantidad de ciudades de España con agua saludable?.

Sobre la última pregunta hemos oído menos que las dos primeras. Lo que es lógico. Las noticias buenas no llaman tanto la atención ni dan que hablar como las malas. Las malas son las que más se difunden. Se difunden porque son la manera más directa de captar la atención de los consumidores. Consumidores de agua recogida, no producida, por marcas, como Coca-Cola o Nestlé, que hacen un grandísimo negocio con el desconocimiento y el consecuente temor generalizado.

Somos el tercer país consumidor de la UE. Pasando de 2000 millones de litros a principios de los noventa a 5600 millones en 2008. ¿Se debe el crecimiento en 3600 millones de litros al empeoramiento del agua corriente?. Contando con estudios que demuestran que la mayor parte del agua en España es saludable y viendo que este fenómeno se está produciendo en otros muchos países al mismo tiempo, podemos confirmar que no. Esta tendencia es el producto de la convicción sin crítica de lo que muchas marcas defienden: "Por la recuperación de hábitos saludables.".

La manipulación de los medios me ha llegado a influir. Me siento más seguro bebiendo agua del supermercado que de mi casa. Sin embargo, del origen y tratamiento del agua del supermercado no se nada.

Por otra parte queda la contaminación producto de los envases. Podríamos pensar que con reciclarlos es suficiente. La contaminación empieza a producirse antes de que el agua entre en el recipiente: petroleo para el plástico, proceso de fabricación y transporte. Además, nuestra mentalidad sobre el reciclaje solo nos permite llegar al 20% de lo que compramos. Asunto sobre el que necesitamos bastante más tiempo para tomar conciencia.

Volviendo al consumo, ¿por qué para hacer una sopa, gazpacho o cocer pasta utilizamos agua del grifo?. ¿Esta agua no la ingerimos?. La respuesta es evidente y una prueba de que asociamos la bebida de agua mineral con tomar agua sin nada más. Agua solamente acompañada de connotaciones saludables que de alguna fuente interesada hemos aprendido.

Como conclusión, voy a optar por mi jarra Brita. Cuando no pueda beber agua del grifo, me quejaré.

Para acabar, dejo un simpático vídeo que resume el origen de esta moda:






Estos son algunos enlaces interesantes al respecto (psicología, coste del agua, contaminación...):

 - Elimina la cal y el sabor del agua corriente.
 - El negocio redondo.
 - No siempre el agua es potable.
 - Campaña contra el agua embotellada.
 - Agua en botella y salud.
 - Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA).
 - El agua mineral en EEUU (con una gráfica muy interesante).
 - El agua mineral en Reino Unido.

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